26 ago 2011

Leí los mensajes que me enviabas muchas veces, tantas, que acabé memorizándolos.Un día de esos muchos que no podía dormir pensando en tus besos y abrazos, me dije a mí misma:No sé que hago aquí preocupándome por un idiota, que ya ni siquiera piensa en mí. Que ni siquiera me mira por la calle, que se comportó como un histerico conmigo.Entonces, esa noche descubrí que por muchas veces que me caiga, aprenderé a levantarme porque nadie y menos él puede conmigo. No me voy a amargar la vida por un chico y menos por esa clase de chico.Aprendí a levantarme, a pasar de tí y sobre todo aprendí a perderte.